Así se deben fotografiar las viviendas para atraer a potenciales clientes

Las fotos juegan un papel fundamental en la promoción de alojamientos turísticos en internet. Son, en la mayoría de los casos, el primer contacto visual que un potencial huésped tiene con el espacio que podría elegir para su estancia. Por esta razón, deben ser no solo atractivas, sino también realistas, informativas y evocadoras. Una buena fotografía transmite mucho más que la disposición de los muebles o el tamaño de una habitación: sugiere sensaciones, invita a imaginar experiencias y genera confianza.

Las imágenes idóneas para anunciar alojamientos turísticos deben, ante todo, mostrar el lugar en su mejor versión, sin caer en exageraciones o trucos que luego puedan generar decepciones. La iluminación natural es clave. Las fotos tomadas durante el día, con luz suave que entra por las ventanas, ayudan a que los espacios se vean más amplios, acogedores y vivos. La claridad visual permite que se aprecien los detalles, los colores y las texturas, y evita sombras duras o tonos artificiales que puedan distorsionar el ambiente real del alojamiento.

Es importante cuidar el encuadre y la composición, ya que un ángulo bien elegido puede mostrar la amplitud de una habitación, resaltar la distribución del mobiliario y guiar la vista hacia los puntos fuertes del lugar, como una cama cómoda, una terraza con vistas o una cocina bien equipada. Las fotografías deben ser limpias visualmente, sin elementos innecesarios que distraigan. La limpieza y el orden del espacio son esenciales: una estancia bien preparada para la sesión fotográfica transmite profesionalidad y cuidado por el detalle.

Además de capturar los espacios interiores, es esencial incluir imágenes del exterior del alojamiento y de su entorno inmediato. Los visitantes potenciales quieren saber no solo cómo es la habitación o el apartamento, sino también qué van a ver al mirar por la ventana, qué tipo de barrio o paisaje lo rodea, y qué ambiente se respira en la zona. Si hay vistas al mar, a la montaña o a un jardín, estas deben mostrarse claramente, ya que constituyen un gran valor añadido. Igualmente, si hay zonas comunes, como piscina, salón compartido o terraza, deben estar bien representadas.

La autenticidad es otro aspecto esencial, ya que las fotos no deben engañar ni presentar una imagen irreal del alojamiento, tal y como nos explican en Alohey,  siempre se ha de captar al potencial cliente por el atractivo de la imagen. Esto implica no usar filtros excesivos ni editar en exceso los colores o las proporciones. Una imagen demasiado retocada puede generar sospechas o, peor aún, decepcionar al cliente al llegar. Las mejores fotos son aquellas que equilibran atractivo visual con honestidad, ofreciendo una representación fiel de lo que el huésped encontrará al llegar.

También resulta útil incluir detalles que humanicen el espacio y, en este sentido, un libro abierto sobre una mesa, una toalla doblada con cuidado sobre la cama o una taza de café en la cocina pueden sugerir calidez y confort. Estas pequeñas puestas en escena, bien hechas, ayudan a los posibles clientes a imaginarse a sí mismos habitando el lugar, y fomentan una conexión emocional. Sin embargo, deben hacerse con discreción, evitando excesos que puedan parecer artificiales o forzados.

Finalmente, la calidad técnica de las fotos es innegociable, por lo que las imágenes deben ser nítidas, bien enfocadas, y tener una resolución suficiente para apreciarse correctamente en pantallas de ordenador o dispositivos móviles. Es preferible contar con menos fotos de alta calidad que muchas imágenes borrosas o mal iluminadas. En este sentido, recurrir a un fotógrafo profesional puede marcar una gran diferencia, aunque también es posible obtener buenos resultados con una cámara adecuada y atención al detalle.

¿Es recomendable usar el angular para fotografiar las casas?

Sí, es recomendable usar un objetivo gran angular para fotografiar casas o alojamientos turísticos, siempre que se utilice con criterio y moderación. El gran angular permite captar una mayor porción del espacio desde una posición relativamente cercana, lo cual es especialmente útil en interiores donde el espacio es limitado, como habitaciones pequeñas, cocinas o baños.

Este tipo de lente tiene varias ventajas:

  • Amplía visualmente los espacios, haciendo que las estancias parezcan más abiertas y cómodas.
  • Permite mostrar más elementos del entorno en una sola imagen, lo que ayuda a los potenciales huéspedes a entender mejor la distribución y el diseño del lugar.
  • Facilita una sensación de profundidad, lo que da dinamismo a las fotos y puede hacerlas más atractivas.

Sin embargo, hay que tener cuidado con su uso excesivo. Si el ángulo es demasiado extremo o la foto está tomada muy cerca, pueden aparecer distorsiones que deforman líneas rectas (como paredes, puertas o ventanas) y crean una percepción irreal del espacio. Esto puede ser contraproducente, ya que genera expectativas poco realistas que luego causan decepción al llegar al alojamiento.

Por eso, lo ideal es utilizar un gran angular moderado (entre 16 mm y 24 mm en formato full-frame) y corregir la perspectiva si es necesario durante la edición, sin alterar la proporción real de los espacios. En manos de un fotógrafo con experiencia, el gran angular es una herramienta muy eficaz para mostrar un alojamiento de forma atractiva y honesta.

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