Soy muy aficionado a la fotografía, por eso en cada viaje que hago me gusta dedicar al menos 5 o 6 horas para retratar un lugar. Pero me gusta ceñirme a algo en concreto, normalmente suele ser un evento, por ejemplo la vendimia en Logroño, o un barrio. La última vez lo hice en el barrio de los gitanos de Granada, donde se plasma toda la autenticidad de esta raza. Pero en esta ocasión, un viaje de negocios me llevó a Barcelona.
Durante este fin de semana me alojé en el Hotel Boria, situado en el barrio de Born, la verdad es que el alojamiento fue de 10, con todo tipo de detalles, emplazado en un lugar mágico para poner en funcionamiento mi cámara. Os voy a contar una serie de lugares que me encantaron de este barrio, que sin duda es el más sofisticado de la ciudad condal.
A pesar de sus humildes comienzos como asentamiento construido sobre un lugar medieval para justas y celebraciones, solo hay que ver sus calles, el Born ha crecido hasta convertirse en uno de los lugares más modernos de la ciudad y con muchos sitios por ver.
El primero que recomiendo es el Palau de la Música Catalana. Es tan fácil como bajarse en la parada de Metro de Urquinaona. Esta sala de conciertos modernista es tan intrincada en el interior cómo en el exterior. La fachada es admirable desde todos los ángulos.
Después de un paseo por algunas callejuelas medievales, cerca del Carrer de Sant Pere Més Alt, repleta de tiendas catalanas independientes, encontrarás a Iglesia de Sant Pere, un antiguo monasterio Benedictino situado en La Plaça Sant Pere. Hoy en día, el imponente edificio solo se usa como iglesia, combinando arquitectura romántica y gótica. Los tragaluces son especialmente bonitos, inundan la iglesia con rayos de luz. La verdad es que los efectos que produjeron en la cámara me han proporcionado unas fotos increíbles.
Laberinto de calles
Luego te puedes meter por un centenar de calles estrechas, lo que llaman el laberinto del Borne, la verdad que yo tuve que preguntar a los lugareños porque ya me perdía, pero quizás en los viajes, es lo mejor. Así pude encontrarme con el Mercado Santa Caterina. La verdad es que con sus tres plantas no tiene nada que envidiar a la Boqueria. También me gusta plasmar en las fotos, el día a día del barrio. Y en un mercado sin duda, tomas imágenes de trabajadores, amas de casa e incluso jóvenes que acuden a comprar. Además es el lugar perfecto para comprar el famoso embutido catalán. ¿Te apetece una butifarra?
En la actualidad, a la gente le atrae visitar el Born por la cantidad de tiendas, incluidas boutiques y zapaterías magníficas aunque caras, ideales para encontrar alguna pieza soñada. Yo en eso ya no me meto.
Si estás en Barcelona te recomiendo que visites este barrio. Las Ramblas y al centro de la ciudad puedes llegar caminando en sólo 10 minutos. Además, el Born está bastante cerca del Parque de la Ciutadella: un lugar tranquilo para relajarte una tarde y ver los hippies tocar sus bongos, que también tienen un buen reportaje fotográfico.
Como puedes ver, el Born es el lugar ideal para tanto familias como turistas, pero sobre todo para darte un gustazo con tu cámara.