El reconocimiento facial se ha convertido en uno de los sistemas de seguridad más eficaces que existen. Para llevarlo a cabo se emplean las cámaras de los dispositivos electrónicos (móviles, tablet, ordenador) o cámaras de foto y video incorporadas a los puntos de acceso. Se trata de una aplicación de la fotografía al terreno de la seguridad.
En un mundo interconectado como en el que vivimos, donde la información se va moviendo de un lado para otro y donde los individuos compartimos datos sensibles o accedemos a puntos de información comprometidos; las contraseñas alfanuméricas que comenzamos usando en un principio, ya no son suficientemente seguras. Por eso se emplean protocolos de seguridad en tres pasos o métodos adicionales para garantizar la identidad de una persona. De estos métodos, las señales biométricas son los sistemas más personales.
Y es que ninguna persona tenemos las huellas digitales idénticas a las de otra. Ni el mismo iris de los ojos. Nuestros rasgos faciales, aunque imitables, también son únicos.
Dice Lisa Institute, un instituto especializado en el uso de la tecnología en materia de seguridad, que el reconocimiento facial sirve para verificar la identidad de las personas por medio de la imagen. Para ello se parte de una imagen previa de referencia, y se usan algoritmos complejos que analizan variables como las dimensiones del rostro, la forma del óvalo facial y algunos rasgos identificativos como la forma de los labios o el contorno de las orejas
Por esta razón, aunque la imagen de referencia que tenga el programa sea de años atrás, puede contrastarla con una foto actual en la que podemos tener el pelo más largo o la tez más oscura.
Veamos algunas de las aplicaciones que tiene este sistema de seguridad y porque se considera uno de los más efectivos.
Banca online.
Con internet podemos abrirnos una cuenta bancaria sin necesidad de pisar una sucursal. Lo podemos hacer a cualquier hora del día, cualquier día del año.
Desde la comodidad de nuestro móvil o desde el ordenador podemos operar con nuestros depósitos o manejar los productos bancarios que tenemos contratados.
Si bien resulta cómodo, también es arriesgado. Alguien, haciéndose pasar por nosotros, puede utilizar nuestro dinero.
Por esta razón, en la actualidad, la mayoría de las entidades financieras recurren al reconocimiento facial para abrir una cuenta online.
Además de rellenar un formulario con nuestros datos personales, durante el proceso de inscripción, el programa te pide que te hagas una o varias fotos.
Es probable que hayas tenido que facilitar una copia de tu documento de identidad: DNI o pasaporte. La fotografía de este documento oficial le sirve al programa como referencia.
Las fotos, tipo selfis, que te haces en ese momento, son procesadas por un programa de reconocimiento facial en el que compara las variables biométricas de la foto actual con la foto de referencia. Este paso es determinante. Tanto es así, que si el programa informático no identifica una concordancia al 100%, no te permite avanzar en el proceso de inscripción.
Este mismo sistema ya está siendo empleado por algunos organismos públicos para solicitar información personal. Así, por ejemplo, la Seguridad Social, para solicitar online determinadas notificaciones que hacen referencia a tu vida laboral, si no dispones de una contraseña @clave, o de un DNI electrónico, recurre al reconocimiento facial para identificar al solicitante.
Puntos de acceso restringidos.
Para la entrada a determinados lugares de acceso restringido también se utiliza el reconocimiento facial. Sobre todo si el control de acceso es digital.
Un ejemplo de ello son las puertas de acceso a los vuelos internacionales en muchos aeropuertos.
Para acceder a la puerta de la que saldrá el vuelo que has contratado tienes que pasar por unos tornos provistos de cámaras y detectores electrónicos donde escanean el pasaporte, te toman la huella digital y te hacen una foto de la cara.
Todos los datos recogidos, los procesa un ordenador en cuestión de segundos. Si la información es correcta, la puerta del torno se abre.
El sistema de control de acceso para la entrada y salida de un país que antes se utilizaba, y que se continúa usando en muchas partes del mundo, era pasar por una garita de la policía, donde el oficial de turno te pedía el pasaporte y estampaba el sello correspondiente.
Quieras o no, el protocolo tradicional es mucho más lento. Tendrías que pasar por colas, durante un tiempo que no podías controlar y que te podían hacer perder el vuelo. Para vuelos dentro de la U.E. o a países que tienen un convenio especial, no hace falta pasar por estos trámites. Con el reconocimiento facial se efectúa el control del movimiento de personas con tanta seguridad como si el visto bueno lo diera un agente de policía.
Aplicaciones personalizadas.
Muchas aplicaciones móviles personales usan el reconocimiento facial para permitir el acceso a los usuarios. Se hace sobre todo en aquellas donde la identidad no pude ser sustituida o suplantada.
Los desarrolladores de Kairos, una plataforma de gestión de recursos humanos, desde la cual, entre otras cosas, los trabajadores pueden fichar desde su teléfono móvil, cuentan que la empresa puede activar el reconocimiento facial, para permitir el acceso a los trabajadores a su interfaz personal.
Desde el 2019, en España, es obligatorio que las empresas lleven a cabo un registro de la jornada laboral de todos sus empleados. Controlando la hora en la que fichan para entrar y salir de su puesto de trabajo. Este control genera un informe que puede pedir inspección de trabajo en cualquier momento.
La obligatoriedad del control de la jornada laboral dio pie a que aparecieran aplicaciones y software específicos que facilitaban esta tarea. Las aplicaciones, por ejemplo, se pueden descargar en dispositivos móviles.
De esta forma, un trabajador puede fichar desde su teléfono se encuentre donde se encuentre. Este sistema es perfecto para empleados que teletrabajan o para otros, que por su actividad, tienen que fichar en ruta o en diferentes centros de trabajo.
Pero claro, igual que está la comodidad, también existe la picaresca. No quiero decir con esto que los trabajadores recurran a chanchullos para fichar. Pero lo que está claro es que sustituir la contraseña numérica por el reconocimiento facial, evita que se haga un mal uso de la aplicación.
Las ventajas del reconocimiento facial.
El reconocimiento facial ofrece una serie de ventajas frente a otros sistemas de seguridad. Te puntualizamos algunas de las más destacadas.
- Identificación rápida y sin contacto físico.
- Dificulta la suplantación de identidad.
- Permite un control de acceso automatizado.
- Se integra fácilmente con cámaras de videovigilancia.
- Reduce el uso de credenciales físicas o tarjetas.
- Facilita auditorías y registros de entrada y salida.
- Mejora la seguridad en áreas restringidas o sensibles.
- Funciona las 24 horas en tiempo real.
- Puede detectar personas buscadas o no autorizadas.
- Aumenta la percepción de seguridad en el entorno.
Máxima seguridad.
La revista Segurilatam subraya que la principal ventaja del reconocimiento facial digital es precisamente la rapidez. En cuestión de segundos, estos programas conectados a cámaras de foto o vídeo pueden identificar a los usuarios. Lo pueden hacer continuamente. Por lo que son un modelo idóneo cuando se tiene que controlar el acceso de mucha gente.
La automatización es otro de sus rasgos principales. Es un mecanismo que se puede integrar en sistemas complejos, de forma que inmediatamente después de autorizar al usuario, el software puede realizar una acción.
Esta automatización reduce los tiempos de espera, pudiendo la persona acceder a la información o al lugar donde quiere llegar de forma inmediata.
El reconocimiento facial es un mecanismo bastante seguro. En el mundo actual, donde la seguridad es un valor importante, donde los expertos en seguridad digital no hacen más que buscar sistemas avanzados que protejan los datos y redes de personas y empresas frente a posibles ataques cibernéticos, el reconocimiento de la cara por imagen es uno de los mecanismos más difíciles de burlar.
Ningún delincuente digital puede imitar la cara de un usuario autorizado. Este es un rasgo personal e intransferible que nadie puede suplantar. Se pueden buscar mecanismos para bloquear el funcionamiento del software, intentar engañarlo, pero nadie puede utilizar tu cara.
De ahí que esta señal biométrica sea tan apreciada por empresas e instituciones. Digamos que es un plus de seguridad que viene a reforzar otras medidas que habitualmente se utilizan.
Aun así, la implementación del reconocimiento facial despierta desconfianza entre los usuarios. Así lo pone de manifiesto la revista «Segurilatam» a raíz de una encuesta que realizó en LinkedIn. Algunos usuarios se mostraban preocupados por el uso que se hiciera de su imagen a través de las fotos captadas por las cámaras de reconocimiento facial.
Esto advierte a las empresas que utilizan este sistema de que deben informar a los usuarios de que las imágenes recogidas solo se usan por razones de seguridad. Y de que este sistema se ajusta a la ley de protección de datos.
Nuestra imagen es un dato sensible, y aunque se puede utilizar para identificarnos, debe estar protegida.