Una de las mayores fuentes de ingresos para los fotógrafos profesionales, sobre todo para los freelance, es la publicidad. Si dejamos a un lado las cuñas publicitarias de radio podríamos decir que la publicidad necesita de la fotografía en la mayoría de las ocasiones: televisión, anuncios impresos, vallas publicitarias, folletos, flyers… incluso la publicidad de guerrilla que se lleva a cabo de manera directa a pie de calle puede necesitar de la fotografía para presentar ciertos productos o servicios y, por eso, yo soy de los que opina que un fotógrafo jamás puede renegar de ella.
Hay profesionales en este medio que, a pesar de haber hecho sus pinitos en publicidad, cuando consiguen un empleo estable en cualquier otro sector o incluso de manera autónoma, reniegan de la publicidad como si fuera la peste o la encarnación del trabajo del mismo Diablo. Muchas veces comparo este tema con el de la prensa rosa o la prensa del corazón: un gran número de periodistas empiezan trabajando en medios sensacionalistas y luego, cuando consiguen un puesto de trabajo en medios más informativos hablas “pestes” de ciertas revistas o ciertos programas de televisión que, en su día, le dieron de comer y le dieron su primera oportunidad lo cual me parece, valga la redundancia, oportunista cuanto menos.
No hables nunca mal del medio que puede sacarte de un apuro económico
Actualmente, como muchos de vosotros ya sabéis, me dedico a fotografiar naturaleza salvaje y, de vez en cuando, dedico mi tiempo a una nueva colección de retratos, algo que me gusta mucho hacer, pero para llegar hasta aquí he hecho miles de trabajos: desde ser la paparazzi más pesada de la prensa rosa a la caza de la foto más apetitosa del momento hasta un catálogo de foto-productos, es decir, el tipo de publicidad más aburrido que un fotógrafo puede llegar a hacer pero, no por ser aburrido es denigrante o malo.
De largo en largo, cuando alguna firma de moda o una marca importante de productos me propone la realización de un catálogo también acepto su propuesta porque, no seamos estúpidos, los trabajos publicitarios se pagan muy bien, sobre todo cuando consigues que las multinacionales te tengan en cuenta en este mercado así que ¿por qué debo renegar de un mercado que me da trabajo? Es ridículo.
Por ello, para todos aquellos que estéis empezando o aquellos que quieran volver a trabajar en este medio os daré un consejo: para trabajar en publicidad, lo primero que tienes que hacer es echar mano de una buena empresa de localizaciones porque la mayoría de las veces te pedirán fotos para catálogo sin darte ningún tipo de ayuda y tendrás que apañártelas sólo y, te puedo asegurar que no es nada fácil intentar hacer una sesión de fotos en un parque público o en cualquier otro sitio donde cientos de curiosos querrán ver qué estás haciendo. Yo suelo recurrir a Discovery.es, una empresa seria que lleva muchísimos años proveyendo de buenas localizaciones tanto al mundo del cine como de la publicidad, aunque estoy segura de que deben de haber muchísimas más empresas como ellos así que lo único que tienes que hacer es ponerte en contacto con ellos y explicarles qué es lo que necesitas para la realización de cierto tipo de fotografías.
Utilizad mi consejo, no habléis mal nunca de un medio que os puede dar trabajo cuando más lo necesitáis. Los principiantes jamás deberían hablar mal de la publicidad porque es, probablemente, uno de los medios que más pronto les ofrezca un contrato y los que llevan años en este trabajo jamás deberían hablar de la publicidad porque probablemente han trabajo en ella alguna vez y porque deberían ser conscientes de que, llegados a cierto punto, pueden volver a necesitarla.