Siempre he sido un fanático de hacer fotos, lo mismo que de verlas. Recuerdo cuando era pequeño que me podía tirar la tarde entera viendo fotos de revistas de coches, otros niños leían comics o jugaban a la peonza, pero yo siempre estaba ahí mirando fotos, sin saber que quizás en un futuro me tocaría hacer esas fotos a mí y disfrutarlas.
Una foto es como una pintura, detiene el tiempo de una imagen y se queda plasmada para siempre. No podemos parar el tiempo en el plano físico, pero si se puede inmortalizarlo, algo que adoro y que en mi vida siempre ha estado presente de manera muy especial.
Aunque no me dediqué a la fotografía profesional ni tenía pensado hacerlo, mi afición se convirtió en profesión cuando un viejo amigo de las clases de fotografía en Jaén me comentó de acompañarle a él y a unos amigos a una sesión de fotos de un Rallye de la zona.
Imaginaros mi cara cuando me lo dije, un enamorado de los coches y los rallyes pudiendo hacer fotos… desde aquella mañana gélida del mes de febrero me entró el gusanillo y viendo los resultados de las instantáneas pensamos los 4 que fuimos montar algo por nuestra cuenta, así nació el negocio.
Para hacer fotografías como debe ser teníamos que contar con unas buenas cámaras y recurrimos a liquistocks.com, una empresa que ya conocía de algunas veces que en mi empresa les hemos comprado material de oficina.
Esta empresa compra material de negocios que se cierran o que sobran y los vuelve a vender. Nosotros nos hicimos con unos equipos Nikon estupendos por la mitad de su valor, un lujazo poder contar con unas cámaras tan profesionales y a precios módicos.
La fotografía una afición que puede ser algo más
Llevamos 1 año y medio en esto y solemos cubrir competiciones deportivas de todo tipo en Andalucía, aunque hay planes a medio plazo de cubrir más comunidades cercanas.
Por el momento estamos super contentos con nuestra labor y quizás la pena es que no podemos dedicar el tiempo completo a esta actividad, pero nos da la vida, podríamos decir que es como un hobby, pero remunerado, lo que le da mayor aliciente.
No negaré que me hace más ilusión personalmente ir a una carrera de coches que a cubrir un torneo de Padel en Sevilla, pero luego cuando llegas allí se olvidan las perezas y te dedicas a realizar tu labor, que no es otra que captar la esencia de la actividad y de los jugadores.
Además de hacer las típicas fotos, siempre intentamos buscar el verdadero espíritu, la esencia de la actividad que se practica e incluso el momento competitivo. Alguna vez me ha tocado tener que fotografíar la soledad de un ciclista descolgado con una pájara tremenda en la Vuelta Ciclista a Andalucía o lesiones, pero también he captado la sonrisa de la victoria, esa que acostumbra a ser fruto de un duro trabajo que casi siempre da resultados.
El amor por la fotografía no solo no pasa con la edad, yo diría que, al menos en mi caso aumenta.