Desde el nacimiento de la fotografía, allá por 1824, cualquier tipo de publicidad ha permanecido siempre muy ligada a ella. El motivo es sencillo, la imagen vende, y eso no va a ser diferentes el en mundo online. Podríamos decir que casi cualquier cosa que haya triunfado en el mundo tradicional es también factible de triunfar en el mundo online, por supuesto, adaptando el concepto a Internet y al comportamiento del usuario en las redes y los buscadores.
Según la conocida empresa de diseño de páginas web en Alcalá de Henares Tresmer, la imagen en Internet es tan importante que un buen diseño podría llevarte hasta el éxito más grande o hasta el fracaso más estrepitoso. Es por esto por lo que no podemos perder de vista el diseño fotográfico en ningún tipo de publicidad.
La fotografía está asociada, en el mundo de la publicidad, a resaltar la veracidad de lo que se dice, lo que se vende o lo que se ofrece, y ya sabemos que actualmente la veracidad es una característica de lo más influyente. El motivo es muy sencillo, es el formato que más se asemeja al referente real en publicidad, marketing y patrocinio. Y es que, a pesar de estar en el mundo de las nuevas tecnologías, sabiendo que se puede hacer casi cualquier montaje con las imágenes, el usuario asocia una imagen a una realidad veraz, por lo que la fotografía es probablemente el arma más potente que podemos usar casi para cualquier tipo de publicidad.
Pensad, por ejemplo, como experto creativo. Teniendo en cuenta que un estudio realizado por Social Bankers señala que el 10% de las publicaciones que más éxito tuvieron en Facebook fueron de fotografías, ¿no optarías por crear una campaña en redes sociales como Instagram o Pinterest buscando, como mínimo, la visita del usuario?
La red social por excelencia en imagen es Instagram, una red que ha superado los 300 millones de usuarios, lo que significa que quien cree una campaña en esta red social tendrá la posibilidad de que 300millones de usuarios acaben viéndola. Un número nada desdeñable ¿no creéis?
El retoque en el ecommerce
Tampoco debemos perder de vista que una fotografía puede ser retocada, y ya hay estudios que muestran qué tipo de retoque fotográfico es el más adecuado para el ecommerce.
En Internet las tiendas online venden por imagen, también por precio o confianza online por supuesto, pero principalmente por imagen. Imaginad que vais a comprar en una plataforma online y cuando localizáis el producto que os interesa veis una imagen borrosa, con mala luz, o con un color que no se adecúa exactamente al del producto en sí. Todo eso, con total seguridad, haría que cerrarais esa web para abrir otra donde la imagen dé muchísima más confianza. Por ello, hay algunos puntos básicos a tener en cuenta a la hora de hacer fotografía para tiendas online:
- Imágenes de buen tamaño: la imagen pequeña no son nada eficaces como recurso de venta en ecommerce.
- Buena resolución.
- Productos bien iluminados.
- No utilizar filtros que modifiquen el color del producto.
- Imágenes centradas, sin demasiado retoque que pueda llevar al usuario a pensar que es un montaje. Este tipo de imagen puede hacer perder la confianza del usuario en la empresa.
- Cuida el detalle. Fíjate en el fondo, en los laterales y en cualquier otro objeto que pueda aparecer en la imagen. El usuario se fija en todo antes de comprar online cualquier cosa.
- Si utilizas modelos asegúrate de que no se llevan toda la atención: lo importante es el producto.
Ten en cuenta que estadísticamente está comprobado que alrededor del 80% de los usuarios confían en la tienda online si hay buena calidad visual. Estudios recientes señalan que, aproximadamente un 82% de los compradores se sienten más confiados a comprar un producto si el ecommerce ofrece una buena calidad visual. 9 de cada 10 compradores señalan que la experiencia de compra es más eficiente su la tienda ofrece visuales de calidad superiores a la propia foto: vídeos del producto, fotografías 360º, etc.
Y, por supuesto, ten en cuenta que la opinión del usuario es la más importante, por eso lo mejor que puedes hacer es solicitar a amigos y conocidos que vean tu portfolio, te digan que opinan de las imágenes y, sobretodo, si esas imágenes le aportan confianza o no.