Mi abuela Patricia siempre tenía en su boca una frase y eso que no sabía nada de marketing. “Una imagen vale más que mil palabras”. Una sentencia muy viva que forma parte de la cultura actual. Y es que esta sociedad es la de lo visual, la de verlo para creerlo. De ahí que en el marketing tenga gran importancia la presencia de la fotografía.
Si tú quieres vender un determinado producto o servicio, la mejor herramienta será la de unas buenas imágenes. Inmediatez y rápida decodificación, son dos de sus principales activos. Además, sus posibilidades en cuanto a diseño y composición son casi ilimitadas. Vale que el famosos posicionamiento SEO y SEM es importante, pero de nada sirve que ya estés en la página, si luego las fotos no son atractivas, no es el producto que tú quieres. Es muy fácil que el público al que se dirige reconozca con un solo golpe de vista el producto y sus beneficios. La fotografía es veracidad ya que su imagen no suele distar mucho del referente real al que representa, favoreciendo su impresión de veracidad.
Solo hay que ver el ejemplo de Instagram la cual basa su funcionamiento en fotografías y vídeos, esta red ha superado los 300 millones de usuarios , superando los 284 millones de usuarios de Twitter. La razón es sencilla, nos gusta que las cosas nos entren por la vista, no queremos leer. Insisto, estamos en la sociedad de la imagen. La publicidad ha innovado en la manera de hacer sus anuncios impresos o online cada vez más atractivos para el futuro consumidor, las técnicas se han basado en crear imágenes cadas vez más creativas y en muchos casos, fuera de la realidad, lo cual capta la atención del público de manera instantánea.
Gracias a los programas de edición de imágenes de los que se dispone actualmente, las imágenes tienen un amplio abanico de posibilidades en cuanto a su diseño y composición. Se pueden hacer unas construcciones muy enriquecedoras. Además, las técnicas fotográficas existentes, dan lugar a nuevas representaciones ópticas que se consiguen mediante la regulación de la luz, composiciones, infinidad de encuadres y retoques finales. Muchos estudios revelan que la comunicación humana es un 85% visual y sólo un 15% verbal. Así que con esto, está todo dicho.
Estrategia
Una empresa que tenga diseñada una estrategia de promoción de un producto debe tener una buena imagen para lograr que su venta sea atractiva y sobre todo eficaz. Lo más rentable sigue siendo llamar la atención y avivar el recuerdo. Para ello es necesario establecer una conexión entre el que vende y el que consume procurando que el producto destaque entre la competencia para incentivar las ventas.
Una buena fotografía nos facilitará la identificación del producto, marca, servicio o idea, contribuyendo a su posicionamiento en el mercado. Podemos crear necesidad y satisfacción por medio de la fascinación y la seducción. Algo que en el juego del marketing es algo que se valora mucho.
Consejos
También se recomienda que las fotos vayan todas bien catalogadas. Es decir, que cuando se suban a las plataformas de textos, todas lleven su nombre etiquetado, no dejes la típica referencia en formato de números. Es decir, si en fu foto hay un vestido, pues etiqueta con “vestido azul verano”, esto servirá para que cuando alguien busque en Google, “vestido azul verano” tu web tenga más posibilidades de salir en los primeros puestos del famoso posicionamiento.
Por último, también os digo que lo mejor es contratar buenos profesionales. Ellos sabrán sacar el mejor partido a todas las fotos, y al final se comprueba que lo barato sale caro. No intentes ahorrarte unos euros en este aspecto.
Estas son las claves de la fotografía y su relación con el marketing aunque para diseñar una estrategia en materia de comunicación necesitas de profesionales que te asesoren y te guíen, como por ejemplo pueden hacer en G2 Informática, donde cuentan con los mejores consultores especializados que te ayudarán a realizar una buena campaña estratégica para venderte en las redes.
Un contenido en imágenes puede doblar el número de visitas que hagan a tu página web. Por eso, la pregunta es obvia, a qué estás esperando para usar más fotos en tu contenido.