Y si el río de mi amor se precipita por fragoso terreno, no importa, no hay río que no se abra paso tarde o temprano hacia el mar.
Friedrich Nietzsche
El mundo está lleno de preciosas imágenes, de paisajes únicos y de belleza, que gracias a los asombrosos avances en tecnología, podremos guardar en nuestra particular caja de memoria portátil que es, por ejemplo, un disco duro, la nube o cualquier tipo de dispositivo apto para almacenar documentos. Las cámaras digitales de última generación o los teléfonos móviles más modernos nos ofrecen la posibilidad de conseguir fotografías dignas de auténticos profesionales.
Unos de los paisajes favoritos, tanto los por aficionados y aficionadas de la fotografía como de los profesionales del sector, es la playa, el mar, las rocas o las aves que rodean estos paisajes repletos de extraordinaria belleza.
Siempre he sentido una gran admiración por el mar, su enorme e interminable belleza me fascina, hasta el punto de que no hay un solo mes en mi vida, desde hace muchos años, sin que adentre en las profundidades marinas para fotografiar la asombrosa vida que se esconde en ellas, su flora, su fauna, su devenir…
Este año no ha sido especialmente bueno para mí en ninguna faceta de mi vida. Me acabo de separar, mi mejor amigo tiene cáncer y en mi trabajo no consigo verdaderos avances significativos, satisfactorios, que consigan despertar en mí las ganas de mejorar, de ir a más, de llegar más lejos.
Durante unos meses me he sentido bastante decaído, y con una desidia que me impedía salir, en ocasiones, de casa, esa casa en la que hasta hace pocos meses, sólo me había servido para descansar y dormir. Prácticamente mi vida fluía en las calles, en los bares y, sobre todo en las calles. Necesitaba algo nuevo, algo que me hiciera despertar de mi letargo y me abriera la mente hacia un nuevo mundo desconocido.
Una noche de las muchas en las que no era capaz de conciliar el sueño, curiosamente, vi algo en la televisión que me llamó la atención. Se trataba de un reportaje sobre patrones de embarcaciones de recreo, y en ese momento lo vi claro. Esa era el tipo de experiencia que necesitaba.
Así que no lo pensé más y comencé a buscar información acerca de las mejores escuelas. Una de las mejores escuelas de enseñanzas náuticas a día de hoy es el Centro De Enseñanzas Náuticas Nautimar, la primera escuela náutica homologada por la dirección Gral. De la marina mercante APENR 1. Esta escuela ofrece los medios necesarios para adquirir los conocimientos que posibiliten una navegación segura y adentrarse en el maravilloso y mítico mundo del mar y sus contrastes.
La experiencia ha sido extraordinaria, irrepetible, única. Realmente puedo decir que ha sido el antes y el después de una vida media apagada por la rutina. Las fotografías que tomé, son, sin duda, las mejores que he sacado nunca, quizás porque sentía cada momento que trataba de inmortalizar.
Trucos para sacar buenas fotografías en el mar
Para conseguir unas buenas fotos del mar, la hora, es un factor fundamental. Las mejores fotos se obtienen en la salida y la puesta de sol. Por el contrario, las fotos en las que hay demasiada claridad o demasiado poca, las fotografías no ofrecen una buena definición de la imagen.
Si no eres un/a profesional, es mejor que te guíes por la cuadrícula integrada en la mayoría de las cámaras de hoy en día, esto te ayudará a conseguir una imagen recta, ya que las ondas del mar pueden provocar el efecto contrario.
No te limites, crea, juega y disfruta tomando planos desde diferentes perspectivas, las cámaras digitales tienen la ventaja de poder almacenar multitud de fotos que posteriormente podemos borrar sin más. Así que se creativ@ y no te cortes.
Si tu cámara permite esa opción, usa filtros, el resultado final no tendrá nada que envidiar a las fotos tomadas por un/a profesional.
Y por último, recuerda que el mar, la playa, las rocas, etc, son el escenario propicio para que, si no tienes cuidado, tu cámara pueda sufrir un indeseable accidente. Así que extrema las precauciones.