Aunque los datos dicen que cada vez hay más divorcios, para que esto llegue, tiene que haber bodas. Y es que al final una boda nos encanta. Eso de ponernos guapos, de hacer un gran evento, de ofrecer una gran fiesta a los amigos, pues la verdad es que nos encanta. Por eso, auguro larga vida a las bodas, y por ende, también a los reportajes de boda.
Es cierto que hace años lo de hacer un reportaje de bodas era un poco castigo, y sobre todo, si te invitaban luego a ver esas fotos. Pero ahora con las nuevas tecnologías todo ha cambiado. Tanto para las familias como para los profesionales. Por eso, ahora lo que vamos a hacer es dar una serie de consejos para que todo fluya.
Lo primero es que tenemos que conocer a la pareja. Hay una recomendación que hacen desde Misma Órbita que nos puede servir de gran ayuda. Antes de la boda, hay que dedicar tiempo a conocer a la pareja, para saber sus gustos y sus preferencias. “Esto te ayudará a capturar momentos auténticos y significativos durante la ceremonia y la celebración”, afirman.
Luego para los profesionales de la cámara hay que saber que tienen que captura los detalles. No nos podemos olvidar de fotografiar los pequeños detalles que hacen única la boda, como los anillos, el ramo de la novia, la decoración del lugar, etc. Son esas cosas que luego dices, “jo, qué bien supo ver ese detalle”.
La luz es clave en todos los aspectos, y en la fotografía más. Hay que buscar la luz natural. Y es que este tipo de luz es la mejor aliada para obtener fotografías bellas y naturales. Hay que tener buen ojo para buscar las horas perfectas del día para tomar las fotos de las parejas al aire libre. Y es que nada tiene que ver una foto con una luz espléndida que con cierto tono gris.
Otra recomendación que hace la mayoría de los foteros es que no nos podemos olvidar de los invitados. Soy de los que pienso que sin ellos, nada sería lo mismo. Por eso, si tienes contentos a los invitados, la boda irá bien, Y si la boda va bien, los novios estarán felices. Las emociones y expresiones de estos también son parte importante de un reportaje de boda.
Un buen fotógrafo es el que captura los abrazos, las sonrisas y las lágrimas de emoción. Esas fotos que luego quedan en nuestra memoria para siempre. En este caso también puedes jugar con los elementos de decoración que haya en la boda.
Creatividad
En mi opinión creo que lo que marca la diferencia de un fotógrafo es la creatividad. Es su toque más especial. Por eso no hay que tener miedo de experimentar con ángulos, encuadres y composiciones diferentes. Hay que ser creativo y buscar formas originales de capturar los momentos especiales de la boda, o de lo que es lo mismo, del día más importante para muchos. Aunque es cierto que para muchos les dura poco.
Otro de los consejos que te podemos dar es que te sientas uno más de la boda. Vale, no te estamos diciendo que te agarres a la cintura de la suegra del novio y hagas el trenecito. Eso no. Lo que te decimos es que dejes llevar por el flujo del evento. Es importante que estés atento a los momentos clave de la boda.
Por ejemplo, a la entrada de la novia que es cuando se ven algunas caras que son increíbles. También el intercambio de alianzas, y, por supuesto, el primer baile. No pierdas la oportunidad de capturar esas imágenes porque luego van a dar mucho juego.
La edición
Y, por último, pero no por ello menos importante, un buen fotógrafo tiene que cuidar la edición. Y es que su trabajo no termina cuando hace las fotos durante la boda y sale por la puerta. Para nada, su labor más cuidadosa y minuciosa es cuando tiene que editar todas las imágenes que ha captado a la largo de un día eterno. En este sentido la recomendación que podemos hacer es que se mantenga un estilo coherente en todas las fotografías del reportaje.
Sobre todo que haya una línea entre el trabajo realizado en la preboda (si la ha habido) y durante la boda. Ahora es cierto que también se ha puesto de moda lo de hacer postboda, pero eso es algo que nosotros no recomendamos, porque creemos que la verdadera esencia y naturalidad la hemos tenido que captar durante el día de la boda.