Hay ocasiones en las que nuestros amigos conocedores de la gran afición que tenemos por la fotografía nos encargan algún tipo de book para sus hijos e incluso para ellos mismos. Los motivos pueden ser diversos, desde un regalo para alguien hasta fotografía publicitaria para su establecimiento de moda. A mí me han llegado a pedir de todo y os puedo asegurar que hay algo que no terminan de entender: somos profesionales o aficionados a la fotografía, no magos.
Una vez, un amigo de mis padres, me pidió que le hiciera las fotos de comunión a su hijo. Querían un reportaje de fotos que combinara al niño vestido de comunión con fotos con ropa de calle. Cuando llegué al lugar donde habíamos quedado me vi a un niño súper gracioso vestido con un vaquero y una camisa blanca, yo ya estaba pensando el tipo de fotografía que podía tomarle, y de pronto va su padre y me dice que como la mayor afición del niño con las motos le haría ilusión que fuese un reportaje moderno, un reportaje motero.
Vamos a ver, punto número uno: no tenemos motos (aunque eso sería lo de menos) y punto número dos: no me puedes pedir fotos moteras con un niño vestido inmaculadamente con una camisa blanca. ¿Sabéis que tuve que hacer? Ir a comprar un pañuelo negro para la cabeza, le puse mis gafas de sol, le abrí la camisa hasta el pecho e incluso le pise un piercing falso en la oreja.
En otra ocasión me pidieron un retrato para la hija de otro conocido que se iba a Madrid a hacer castings y la chica me vino con un vestido monísimo de desigual. Le hice un bonito book y cuando vio el resultado me dijo que ella quería mostrar más versiones de sí misma: juguetona, malota, inocente, rockera…. ¿Es que no saben que la ropa para todo eso es importantísimo? ¡No pueden pedirle peras al olmo! Ahora, cada vez que alguien me pide un reportaje, le mando previamente a Marta San Miguel, una personal shopper de Madrid buenísima a la que puedes decirle el tipo de imagen que quieres dar y ella te aconseja y asesora sobre el fondo de armario que debes tener y, en este caso, sobre el look concreto a llevar.
Algunos consejos
Y es que nosotros podemos dar muchos consejos sobre cómo hacer buenos retratos pero si el modelo no pone de su parte, muy poco vamos a conseguir la verdad.
Por ejemplo, en lugar de fotografía un plano corto o medio corto, que sería el típico retrato que nos viene a todos a la cabeza, podemos jugar con la respectiva haciendo una fotografía desde arriba o totalmente plana. Debemos buscar los ojos, siempre. La mirada dice mucho de las personas y debemos intentar plasmarla en la fotografía si queremos conseguir un retrato impactante. Rompe las reglas de la composición, olvídate del cuerpo en el centro y enmarcado, juega con los laterales de la imagen, con el movimiento y la perspectiva. Juega con la iluminación, no tenemos por qué hacer un retrato iluminado por igual en todas partes como si fuera una foto de carnet, podemos iluminar una zona del rostro y ensombrecer la otra o jugar con los contras. Deja que los modelos jueguen, no los pongas en posados forzados y deja que se muevan a su aire, es mucho mejor. Dispara cuando no se den cuenta, a veces así salne las mejores tomas. Si tienes un modelo muy soso introduce algún elemento para que interactúe con él. Puede ser una pelota, hojas de árboles, una burbuja de jabón… Juega con fondos llamativos o planos dependiendo del retrato que quieras conseguir, no te limites a buscar un paisaje y ya está. Cambia de encuadre, a vece son es necesario sacar todo el rostro, podemos cortar frente y barbilla o buscar los labios con el objetivo y si quieres una imagen diferente acércate todo lo que puedas, que no haya nadie en ninguna zona de la imagen, sólo su rostro.